Emoción y Razón. Ya la asombrosa medicina griega, en el s.V a.c. y con Hipócrates como figura principal, consideró que muchas enfermedades no eran castigos divinos ni posesiones diabólicas, si no trastornos del cerebro.
Emoción y Razón. “… sostengo que el cerebro es el órgano más poderoso del cuerpo humano…y el interprete de la conciencia” se decía en el Código Hipocrático, el conjunto de libros base de la medicina racional actual.
Las cosas cambiaron mucho desde entonces y, a mediados del s. XX, el neurocientífico norteamericano Paul McLean, apoyándose en teorías previas, difundió la idea de los tres cerebros:
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El primitivo o reptiliano
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Emoción El sistema límbico o cerebro emocional
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El cerebro moderno o racional
Estas esquemáticas teorías tienen validez para explicar muchos aspectos de la conducta humana y del conflicto eterno entre razón y emoción.
El sistema neuroendocrino tiene mucho que ver en todo esto.
Un ejemplo es la hormona Melatonina, sintetizada en el cerebro medio por la epífisis, bajo la estimulación del hipotálamo, que trasfiere los estímulos luminosos desde la retina.
La Melatonina es llamada “la hormona del sueño” porque regula el ciclo biológico sueño-vigilia en relación con las señales luminosas.
Igual que la Melatonina, otros muchos neuromoduladores cerebrales centrales están en constante variación para adaptarnos al medio, pero no siempre lo consiguen.
Los cada vez mas frecuentes trastornos del sueño y de la alimentación son un ejemplo muy claro.