Un día de preparación de comidas es fundamental para mantener buenos hábitos alimenticios.
Es mucho más probable que comas comidas nutritivas cuando están listas y disponibles que si pides comida a domicilio o vas a la tienda a por un “tentempié rápido”.
Entonces, ¿cómo hacerlo?
En realidad no es tan complicado: sólo hay que empezar.
Aquí tienes algunos consejos para principiantes:
Si no quieres agobiarte al principio, empieza con una comida al día. Por ejemplo, prepare y guarde todos sus almuerzos para la semana siguiente.
Reserva un tiempo una vez a la semana (cada domingo, por ejemplo) para preparar las comidas.
Utilice recetas fiables. Las recetas que sabe preparar y que le gustan son un excelente punto de partida.
Elija de 1 a 3 comidas para prepararlas con antelación. Esto significa que comerás la misma comida (o una versión de la misma) 1-2 veces seguidas.
Consigue algunos recipientes para tus comidas. Los recipientes más pequeños para el aderezo de la ensalada o las salsas también son convenientes.
Piensa en las diferentes técnicas de cocina que tienes a tu disposición, y luego considera cuántas comidas puedes preparar de una sola vez.
La preparación de comidas ahorra tiempo y dinero y te permite tener siempre a mano comidas saludables.
¿Qué más se puede pedir?
Manténgase seguro
La seguridad de los alimentos es esencial a la hora de preparar cualquier comida, y es absolutamente crítica cuando se trata de la preparación.
Si cocinas tus comidas y las guardas durante mucho tiempo, pueden fermentar lo suficiente como para causar una reacción adversa.
¿Cómo?
Cuando se empaquetan y almacenan, los alimentos sobrantes pueden liberar histaminas como subproducto del proceso de fermentación.
Si eres especialmente sensible a estos compuestos, las sobras podrían causarle niebla cerebral y fatiga.
¿Cómo lo evito?
Para evitar que los alimentos se estropeen, prepare las comidas durante menos tiempo o prepare ingredientes individuales en lugar de comidas enteras.
Utilice recipientes distintos para evitar la contaminación cruzada (o la contaminación del sabor).
Empaque los alimentos húmedos por separado de los secos.
Utilice bolsas de hielo para mantener fríos los alimentos y recipientes aislantes precalentados para mantener calientes los alimentos.
Y, por supuesto, límpia las manos y los productos antes de cocinar.
Si quieres pasar menos tiempo en la cocina, considera la posibilidad de preparar comidas.
Promueve comidas nutritivas y saludables y desalienta las alternativas de comida rápida poco saludables.
Elige un método de preparación de comidas que funcione para ti y dedica un día a la semana a planificar, comprar y cocinar.